Conocida como la “ciudad de las tres culturas”, en ella árabes, judíos y cristianos ofrecieron durante siglos a la historia y a la humanidad el mejor ejemplo de respeto, tolerancia y sana convivencia que jamás haya podido experimentar una población.

Además, el saber acumulado durante siglos se traduce también en la maravillosa artesanía que aún se produce en Toledo y muestra de ello son sus espléndidas espadas de acero, ya usadas por los Tercios en Flandes, su maravilloso damasquinado o su singular elaboración del mazapán.

Recorrer los callejones de la también conocida como “Ciudad Imperial”,  ya que fue donde el Emperador Carlos I estableció la capital del Imperio Español, transporta al visitante a una época pretérita llena de leyendas, anécdotas y curiosidades.

Toledo es una de las mejores muestras de ciudad y arquitectura medieval, lo que convierte a su casco histórico en uno de los más bellos y mejor preservados de la península. Ello llevó a la UNESCO a declararlo Patrimonio de la Humanidad en 1986.

Visitas indispensables merecen lugares como su Catedral, la Primada de España; la Iglesia de Santo Tomé, donde se encuentra el cuadro del Entierro del Señor de Orgaz, obra cumbre de El Greco, uno de sus más ilustres habitantes; la Sinagoga de Santa María la Blanca; el Monasterio de San Juan de los Reyes o el Museo del ya mencionado pintor cretense.